Colombia: conversaciones
de Paz en medio de bombardeos y
guerra sucia
…De palomas blancas y bolsas de cadáveres
Ante
el anuncio de las conversaciones entre
la insurgencia de las FARC y el gobierno colombiano, planteadas para la
resolución del conflicto social y
armado en Colombia, deviene necesaria la participación del campo popular
colombiano con su bandera más ansiada: la justicia social. La Justicia Social
es el nombre sincero de la Paz, una
paz encaminada a cambios sustanciales y no a cambios cosméticos que no traerían
nunca una paz verdadera; pero sí podrían conducir al campo popular colombiano a
otro genocidio a manos de las herramientas estatales.
- Niñas allanadas, hombres
sobreexplotados, negocios jugosos y ‘la
Paz’ en cortina de humo
|
prostitución infantil |
‘La Paz’,
ese concepto tan manoseado, tan instrumentalizado, y a la vez tan anhelado, no
se siente de la misma manera en una mansión bogotana, que en una chabola de
Buenaventura: porque la guerra empieza con el hambre. La angustia de ver a sus
hijos morir de física hambre no es precisamente un ‘remanso de paz’. Las niñas prostituídas en las ciudades dormitorio
de las multinacionales mineras -unas niñas cuyo paisaje campesino quedó
destrozado por las excavadoras y la codicia-, tampoco viven precisamente una
cotidianidad de paz al ser allanados sus cuerpos y sus sueños infantiles por
hombres sobreexplotados y curtidos de esa ignorancia que tanto cultiva la élite
para las mayorías.
Tampoco
puede considerarse una ‘situación de paz’
al asedio de la delincuencia común que aqueja las ciudades colombianas,
delincuencia directamente derivada de la exclusión social y del funcionamiento sicarial
impulsado desde el mismo estado a través de su herramienta paramilitar, aunado
lo anterior a la sistemática desintegración de la organización popular. Cabe
tener presentes estas cuestiones ante el dantesco cuadro que viven hoy países
como Guatemala, en los que también hubo alzamiento insurgente ante la
injusticia social por un lado, e intervención estadounidense y terror de estado
para mantener el saqueo por otro lado; países en los que se firmó una paz
cosmética, sin cambios estructurales, y en los que hoy las cruentas ‘Maras’ parecen ser el camino de la CIA para
canalizar la rabia y el descontento social de miles de jóvenes excluidos: todo sea para evitar que se organicen
políticamente en reivindicación de sus derechos.
- El conflicto social deviene
armado ante el exterminio del cuestionamiento político
La
élite despojadora mantiene la injusticia social mediante la restricción del
acceso a la educación, mediante los medios de alienación masiva, y mediante el
exterminio de quién la cuestione, implementando el terrorismo de estado: en ese
contexto preciso de saqueo y represión hay que sumergirse para entender el por
qué de un alzamiento insurgente del campo popular, ante la imposibilidad de
ejercer la organización social y política sin sufrir persecución encarnizada.
Para hablar de paz en Colombia, hay que buscar la raíz de la guerra, y entender
que el conflicto antes de ser armado, es social.
La
paz de los negocios es esa misma que
asesina niños por desnutrición; mientras que la Paz de los pueblos removería
los obscenos privilegios de la élite y del gran capital transnacional que
vorazmente se acrecienta en base al saqueo. No se trata de la misma ‘paz’. ¿No
es acaso guerra el hambre, y guerra la desaparición forzada de quién busca
acabarla? ¿Poner fin a la estrategia estatal de guerra sucia no es acaso medular?
¿No es acaso el terror de estado el que empuja a miles de luchadores sociales a
la clandestinidad de la insurgencia? ¿No son acaso guerra los encarcelamientos
políticos, la existencia de una herramienta paramilitar al servicio del gran
capital a la que se le entregan listas de opositores a eliminar, la tortura, la
planificación desde altas esferas de desplazamientos poblacionales masivos? No
puede haber resolución de la situación colombiana sin tomar en consideración la
columna vertebral de la violencia: el terrorismo
de estado que perpetúa un sistema económico basado en el despojo de las
mayorías. Un terrorismo de estado anterior al alzamiento armado,
implementado para eliminar la reivindicación social; terror que al cerrar los
espacios de participación conllevó al alzamiento insurgente.
- “Cualquier iniciativa que pretenda la paz, debe
contar con la participación plena de las víctimas de crímenes de Estado.”
El Movimiento de Víctimas
de Crímenes de Estado expresa: “En los últimos 50 años de violencia estructural, el movimiento de victimas, social y de derechos
humanos ha documentado más de 100.000 ejecuciones extrajudiciales, 10.000
torturas y cerca de 6 millones de personas desplazadas. De acuerdo a las cifras
de la Fiscalía existen 62.000 desaparecidos. La responsabilidad de
estos crímenes es adjudicada en un alto porcentaje a miembros de la fuerza
pública y/o a la política de guerra sucia adelantada por el establecimiento.
Por esta razón, reiteramos que cualquier iniciativa que pretenda la paz estable
y duradera, debe contar con la participación plena de las víctimas
de crímenes de Estado(…) Es indispensable que se
incluya en los diálogos de paz el tema de la libertad para los y las presos(as)
políticas (…)exigimos que cesen los montajes judiciales y la
injusta judicialización de la protesta social”[1].
Colombia
lleva más de 60 años desangrándose porque el terrorismo de estado lleva más de
60 años impidiendo las reivindicaciones de un pueblo, que pese a las masacres
no se resigna a vivir arrodillado en las cloacas de la mendicidad, mientras las
transnacionales saquean el territorio, derribando montañas, envenenado ríos y
asesinando la risa de los niños.
- Fase
acelerada de acumulación capitalista a nivel mundial
Tras
el derrumbe de la URSS, el modelo capitalista ha intensificado su agresividad
de manera exponencial. El mundo sufre la activación de una fase acelerada de
acumulación de capital con la correlativa fase acelerada de despojo y exclusión
de ingentes cantidades de seres humanos: deviene necesario profundizar el
conocimiento de los mecanismos represivos acicateados en laboratorios de saqueo
multinacional intensivo, como lo es Colombia. Deviene necesario hacer de
la reivindicación y defensa del pensamiento crítico un bastión de
resistencia ante la arremetida global del gran capital. La fase acelerada de
acumulación capitalista intenta legitimar el desmantelamiento del 'Estado de bienestar' en
Europa mediante la argucia de la 'crisis'; paralelamente
intensifica el saqueo de los recursos a escala planetaria, y emprende las
nuevas guerras coloniales, disfrazadas de 'intervenciones
humanitarias' como la que sufrió el pueblo libio y la que las potencias neo-coloniales
están implementado hoy contra Siria.
- El
caso colombiano: ¿Falsa Paz enajenante o verdadera Paz rebelde?
El
caso colombiano arroja luces sobre diversos mecanismos represivos (terror de estado,
paramilitarismo, legislaciones represivas y entreguistas, artificios
propagandísticos y persecución sistemática al pensamiento crítico), con los que
el gran capital profundiza el saqueo y empobrecimiento para las mayorías.
La
paz sin justicia social es una quimera que plantean las oligarquías, un
contrasentido en un mundo en el que el
mayor agente genocida y estado de guerra permanente es el hambre, la miseria de
las mayorías correlativa al enriquecimiento de unos pocos. Según
el PNUD 10 millones de personas mueren cada año debido al hambre o las
enfermedades derivadas de la malnutrición; en el mundo más de 925 millones de
personas pasan hambre; y se produce comida más que suficiente para todos los
seres humanos [2]. Jean Ziegler expresa la dimensión de esta guerra inherente a
la estructura del capitalismo: “cada cinco segundos, un niño de menos de
diez años muere de hambre. 57.000 personas mueren de hambre cada día. 1.000
millones de personas son gravemente invalidadas o sufren secuelas graves por
desnutrición. La agricultura mundial podría alimentar normalmente con 2.200
calorías diarias a 12.000 millones de personas, y sólo somos 7.000 millones. No
existe una fatalidad objetiva en el hambre. Un niño que muere de hambre es un
niño asesinado(…) El hambre es pura violencia estructural, un orden caníbal del
mundo" [3].
Colombia
es el 3er país más desigual del mundo [4]; más de la mitad de la población
colombiana sobrevive en la pobreza e indigencia, hay 8 millones de indigentes y
20 millones de pobres [5]. Pese a los malabarismos del gobierno con las
metodologías de medición para reducir la pobreza en el papel [6], en la
realidad esta se expresa en que anualmente mueren más de 20 mil niños menores
de 5 años por desnutrición[7]. El despojo de territorios y la
explotación perpetrados por el gran capital son la raíz de la guerra en
Colombia; por ello la paz pasa
necesariamente por un cambio estructural en la tenencia de la tierra y las
riquezas, por un camino hacia la soberanía alimentaria absolutamente contrario
al camino del agro-industrial y la mega-minería multinacional dinamizado por el
actual gobierno de Santos. Por ello, La Paz no
debe ser un concepto para enajenar [8], sino un concepto liberador: no se trata
de una Paz sin justicia social, se trata de una Paz rebelde que busque revolucionar
el estado de injusticia. El tema de
'La Paz' ha sido mil veces
manipulado por los gobiernos de turno en Colombia, y
las conversaciones entre insurgencia y gobierno se han truncado siempre
a la hora de la verdad: cuando le correspondía al gobierno entrar a concretar
una verdadera reforma agraria y diversas exigencias de justicia social
enarboladas por las grandes mayorías desposeídas. Los ofrecimientos de
garantías de vida a las insurgencias se han saldado con el exterminio de los
reinsertados a la vida civil, de los negociadores y del movimiento popular por
parte del estado, como ocurrió contra la Unión Patriótica, partido político
compuesto de civiles y guerrilleros reinsertados, surgido tras unas
conversaciones de paz. Al menos 5000 militantes de la UP fueron asesinados por
la fuerza pública y la herramienta paramilitar del estado colombiano, en un
genocidio planificado que llevaba el nombre de
'Plan Baile Rojo' [9].
- Palomas blancas y bolsas de
cadáveres: la continua estrategia de propaganda del gobierno colombiano
Ante
la maquinaria de propaganda del gobierno, que nos muestra a un Santos posando
con palomas blancas [10], debemos tener presente qué acuerdos económicos, qué concesiones a multinacionales, qué ley de
fuero militar de impunidad impulsa su gobierno, y recordar que se trata del
mismo Santos que ayer posaba con bolsas negras contenedoras de cadáveres, y que
implementaba un espectáculo de júbilo macabro tras el asesinato de Alfonso
Cano, o con la mano cercenada de un líder estudiantil empujado por la
persecución estatal a la clandestinidad insurgente (Iván Ríos)[11]. El Santos
que hoy aparece en portadas con palomas blancas, es el mismo Santos que en
febrero 2012 le pedía disculpas al general Plazas Vega, a Betancur y al
ejército porque algunos jueces incorruptos los investigan por los desaparecidos
del Palacio de Justicia[12]; es el mismo que impulsa el Fuero Militar de
impunidad [13]; el mismo de la ley 1424 de
impunidad para los financistas del paramilitarismo, que además libera de pagar
cárcel a 25.000 paramilitares[14]; el mismo Santos de las gigantescas
concesiones a multinacionales y la locomotora minera; el mismo del bombardeo al
Ecuador y el posterior asesinato a quemarropa de los heridos -como relatan las
sobrevivientes de la masacre en la que fue asesinado Raúl Reyes, dos decenas de
guerrilleros y 5 civiles (4 mexicanos y un ecuatoriano)-; el mismo Santos que
continúa la privatización de la educación provocando nuevamente un masivo paro
educativo[15]; el mismo Santos que niega la visita humanitaria a las cárceles
colombianas e intensifica el uso del aparato judicial contra los opositores
políticos; el mismo Santos co-responsable como ministro de la política estatal
de los mal llamados ‘falsos positivos’,
el mismo. Los ‘falsos positivos’[16]
son asesinatos de civiles a manos del ejército para luego disfrazar sus
cadáveres de ‘guerrilleros abatidos en
combate’ y usarlos en la maquinaria de propaganda mediática, aplicada en la
exhibición de cadáveres como metodología de disuasión por el terror; se han
documentado al menos 3.345 de
estos asesinatos de civiles, que no han cesado bajo la presidencia Santos, como
lo denuncian las comunidades campesinas. La oligarquía colombiana es experta en
terror y propaganda, y alterna la exhibición de cadáveres con blancas palomas,
habla de ‘paz’ mientras su herramienta paramilitar de la motosierra y su
descomunal ejército prosigue el exterminio.
- Andamio legalista
de Santos apuntala un régimen de terror de Estado y despojo capitalista
El gobierno de Santos ha dado continuidad y profundización al
genocidio contra el pueblo colombiano, a la par que ha implementado una serie
de operaciones mediáticas de lavado de imagen tendientes a legitimar su poder,
y ha confeccionado una telaraña de leyes que apuntalan el modelo,
leyes que se promulgan a una velocidad récord. El andamio legalista se constituye
esencialmente de dos grandes temas: la impunidad para los crímenes de estado y
la ‘legalización del despojo’. Obviamente, cada ley promulgada busca ser
disfrazada mediante la manipulación mediática, tal es el caso de las mal
llamadas ‘Ley de Tierras’ y ‘Ley de Víctimas’ del gobierno Santos, presentadas
por los mass-media como la panacea, y fuertemente criticadas por las
organizaciones sociales. El
Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado recuerda que ya son 70 los
reclamantes de tierras asesinados bajo el gobierno Santos, y expresa “Consideramos
que el modelo de restitución de
tierras en Colombia no atiende transformaciones estructurales de los problemas
rurales y tiende a ser un mecanismo para legalizar el despojo y abandono
forzado de los territorios” [17].
Con relación
a las leyes de impunidad el MOVICE expresa:
“Los escasos avances en investigación de los crímenes cometidos por agentes
estatales, han permitido que solo en un 2% de los casos, fueran sancionados. El
MOVICE lamenta que dentro de la agenda de paz no esté contemplado el tema de
justicia y que por el contrario se sigan
tramitando marcos legales de impunidad como la ampliación del fuero penal militar, que conlleva
a la no sanción de Crímenes de Guerra; y la promulgación de un marco jurídico para la paz, que establece la
no persecución de los crímenes realizados por los agentes estatales. (…)
que se suspenda la implementación de mecanismos legales de impunidad que
favorecen la continuidad de los crímenes de Estado”[Ibíd.].
- Santos llama a intensificar los
bombardeos; el gobierno rechaza el cese al fuego
El
clamor popular reclama que las conversaciones de paz se hagan en medio del “cese bilateral de
hostilidades” [Ibíd. ]; pero el gobierno
rechaza el cese al fuego: “Les he pedido que intensifiquen su accionar. No va a haber
ningún tipo de cese al fuego”, expresó
Santos a inicios de septiembre en la base militar de Tolemaida[18]. Santos llama a incrementar los ataques contra la insurgencia. Las
herramientas paraestatales y la propia fuerza pública incrementan la guerra
sucia contra el movimiento social. Santos declaró
en Kansas, a finales de septiembre, que él mismo ordenó asesinar a Alfonso
Cano, y esto luego de que Cano y él habían empezado conversaciones: “Me dijeron que lo tenían rodeado
y me dije: las reglas son las reglas, y tomé la decisión de eliminarlo y así se
hizo”[19]. Cano fue
ubicado y asesinado en labores de diálogo. El 5 de septiembre los medios
anunciaban con júbilo macabro la muerte de Danilo García, comandante del Frente
33 de las FARC, y de 15 guerrilleros más, fallecidos en un bombardeo. El
ministro Pinzón expresaba: “cualquier organización, grupo o banda que se dedique al
terrorismo o a la criminalidad que atenta contra los intereses del pueblo
colombiano, encontrará en la Fuerza Pública la respuesta necesaria(…)”[20]; nótese el lenguaje del ministro,
que intenta negar el carácter político y la naturaleza popular de la
insurgencia al tratarla de ‘banda que se
dedique al terrorismo o a la criminalidad que atenta contra los intereses del
pueblo’. Resulta perturbador –por decir lo menos- que mientras el gobierno
colombiano inicia conversaciones con la insurgencia, reconociendo así de facto
su carácter político, el discurso de los funcionarios y de los medios masivos,
siga el martilleo intensivo tendiente a desnaturalizar la realidad del
alzamiento insurgente. El carácter político de las FARC queda en evidencia en
sus reivindicaciones claramente políticas. Los estigmas de “terrorismo” impuestos desde el Pentágono buscan desconocer la
realidad y cerrar la posibilidad de diálogo político. Timoleón
Jiménez, comandante de las FARC, aboga por la solución política por oposición a
la solución gubernamental del exterminio:
“El principal error de todos los procesos anteriores ha sido el de
llegar a la mesa a exigir rendiciones, sin voluntad real de atender a la
solución de las causas que dieron origen y siguen alimentando la confrontación(…)
La oligarquía dominante, apoyada sólidamente por los Gobiernos de los EEUU,
lleva ya casi 50 años apostándole al exterminio de las guerrillas. (…)Cuando
Santos ordena incrementar las operaciones no está dando satisfacciones a los
sectores de extrema derecha, lo hace porque cree con ellos, como todos los
anteriores gobiernos, que de veras podrá rendirnos por obra de la fuerza.
Precisamente es ese el círculo vicioso que se necesita romper”[21].
El gobierno sigue intentando quitarle, mediante el martilleo
mediático y las ‘leyes antiterroristas’,
el carácter político a la insurgencia, y en los hechos continúa con los
bombardeos descomunales: el pueblo colombiano tiene el deber de cuestionarse
sobre si la 'voluntad de 'paz' que ha expresado el gobierno no es sino
meras palabras, un ardid para ganar tiempo y poder golpear más duramente a la
insurgencia y al pueblo organizado.
- Santos designa para la Mesa de
Negociaciones a Generales cuestionados por violación a los DDHH
En la mesa de negociaciones Santos designó al General Mora y al
general Oscar Naranjo, ambos fuertemente implicados en graves violaciones a los
DDHH. Según testimonios, el general Mora Rangel estaría implicado en el
asesinato del humorista Jaime Garzón, la familia del humorista solicita que sea
vinculado al proceso como posible instigador del crimen. Además, Mora Rangel podría
estar implicado en otros crímenes de Lesa humanidad realizados por el grupo
paramilitar ‘La Terraza’: “el
Fiscal 45 Delegado de Justicia y Paz exhibió un pronunciamiento público, fechado
en enero de 2001, difundido por integrantes de la extinguida Banda La Terraza
en el que se consigna que los verdaderos
directivos de las estructuras paraestatales eran, justamente, los generales
Mora Rangel y Bedoya Pizarro” [22]. Se solicitó que
sean investigados los generales en la audiencia de formulación de cargos contra
el Jefe paramilitar 'Don Berna' al que “se
le atribuye la responsabilidad en el crimen del humorista bogotano y de 31
acciones criminales más, entre ellas la masacre de cinco adultos y tres menores
en San José de Apartadó de febrero de 2005; la muerte de los investigadores del
Cinep, Mario Calderón y Elsa Alvarado(…) así como una veintena de homicidios y
desplazamiento forzado”[Ibíd. ].
En cuanto a Óscar
Naranjo, anunciado como consultor externo en materia de ‘seguridad’ en México: “Víctimas de violación a derechos humanos y
organizaciones no gubernamentales denuncian supuestos nexos del también miembro
de la DEA con grupos criminales. Advierten que contribuyó a la consolidación
del “terrorismo de Estado” en Colombia y que cuenta con un proceso abierto en
Ecuador por el asesinato de 25 personas, entre ellas cuatro estudiantes
mexicanos(…) Naranjo es la pieza de la continuidad de la política de seguridad
ejercida por Felipe Calderón, estrategia impulsada desde Washington”[23]. Carlos Fazio señala que el ex general “tiene una orden de arresto por
asesinato, girada por un tribunal de Sucumbíos, Ecuador, y ha sido incriminado por sus nexos con el ex capo
del Norte del Valle, Wílber Varela, en el juicio que se ventila actualmente en
la corte del distrito Este de Virginia, Estados Unidos”[24]. Naranjo
fue jefe de inteligencia del llamado Bloque de
Búsqueda, unidad especializada de la Policía Nacional de Colombia: “La
organización a sueldo de las agencias de seguridad estadounidenses, en la que Naranjo fungía como jefe de
inteligencia, reeditó viejas tácticas de la guerra sucia de contrainsurgencia y
estableció alianzas estratégicas con el cártel de Cali y con el grupo
paramilitar Los Pepes. Este último habría sido pionero del narcoparamilitarismo
colombiano y responsable de unas 300 ejecuciones”[ver 23].
- ¿Acaso el anuncio de conversaciones de paz busca tapar la crisis
de legitimidad del gobierno?
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Colombia paro nacional octubre 2012 |
Se
implementa el exterminio de la oposición política desde el estado para mantener
e intensificar una situación de despojo y empobrecimiento de las mayorías en
beneficio del gran capital, y paralelamente al exterminio continuo, el gobierno
habla de ‘conversaciones de paz’: en
este marco es pertinente preguntarse si no se trata de un mecanismo para
intentar tapar la grave crisis de legitimidad del gobierno Santos; crisis que se expresa en los diferentes
paros y huelgas que se suceden uno tras otro a nivel nacional, en todos los
ámbitos: desde las grandes movilizaciones campesinas, afrodescendientes e
indígenas, pasando por las comunidades movilizadas contra la mega minería, los
mega proyectos y el agro-industrial, por el estudiantado y profesorado en
permanente movilización, los obreros en valientes huelgas, hasta las continuas
protestas en las cárceles del país. El comunicado del sector educativo en
protesta nacional en septiembre 2012, expresa los niveles de lesión sufridos
por la población con las medidas del gobierno Santos:
"El gobierno deshonró la palabra empeñada con FECODE
y la MANE, violó los acuerdos laborales pactados e incumplió el compromiso de
concertar la Reforma a la Educación Superior; en resumen, el gobierno 'le hizo
conejo' al país en materia de educación. Mientras que el Presidente Santos hace lo que le viene en gana con la
educación, salud, recursos naturales, y cierra las puertas del diálogo con
maestros, estudiantes y trabajadores, anuncia paradójicamente el inicio de
conversaciones con las guerrillas. Teniendo en cuenta la grave situación que vive el país en lo político,
económico, social, ecológico ambiental, la Federación Colombiana de Educadores,
la Mesa Amplia Nacional Estudiantil, las Asociaciones de Estudiantes de
Secundaria, las Centrales Obreras y la Comunidad Educativa (…) Protestamos
contra la política neoliberal expresada en: la Privatización y mercantilización de la educación pública,
hacinamiento de niños (…) Privatización de la salud pública (…)Tratados de
Libre Comercio que arruinan la producción nacional; Desarrollo sin control de
la gran minería y desvergonzada entrega de los recursos naturales a las
multinacionales; Establecimiento de paraísos fiscales en favor del gran capital
internacional; Descarado favorecimiento al sector financiero; Flexibilización
del trabajo que precariza el salario y las condiciones laborales (despidos
masivos, contratos temporales, nombramientos provisionales y Cooperativas de
Trabajo Asociado); Reformas tributarias para eximir de impuestos a los
poderosos y descargar pesadas cargas tributarias sobre los sectores populares;
Incremento de tarifas de servicios públicos; Reformas pensionales y laborales
para beneficiar al gran capital y golpear al trabajador; Violación y
desconocimiento de los derechos sindicales, persecución, hostigamiento,
desaparición y asesinatos de maestros y dirigentes sociales”[25].
- No
hay paz sin espacios de participación que no sean letales: Terror de Estado
contra la organización social es Guerra Sucia
La
política del estado colombiano de aplicar el exterminio contra el opositor
político cierra los espacios de desarrollo social: es en sí una guerra contra
la población y su capacidad evolutiva. La Guerra Sucia es la causante del caudal
de víctimas que anega a Colombia. Ese terror de estado se expresa en:
desapariciones forzadas, montajes judiciales, masacres, violaciones sexuales y
otras torturas, desplazamientos poblacionales masivos calculados y planificados
desde el mismo estado con asesoría estadounidense e israelí. No se trata aquí
de ‘horrores de surgimiento espontáneo’:
se trata de una planificación del terror
para inyectar parálisis social de las reivindicaciones y producir masivos
desplazamientos poblacionales con la doble finalidad de favorecer al gran
capital con las tierras despojadas y de ‘quitarle
el agua al pez’, es decir despoblar el campo donde se encuentra la base
social de la insurgencia. Los ejecutores de esta planificación son la
fuerza pública y su herramienta paramilitar, no abstractos ‘grupos armados al margen de la ley’ -según la terminología que le
conviene al poder porque diluye responsabilidades-; los desplazamientos
forzados se deben a las masacres dirigidas intencionalmente contra la población
más que a la ‘bala perdida’ que
amplifican unos medios dedicados a impedir la comprensión de la realidad. Hay
más de 5,4 millones de personas desplazadas en Colombia[26], víctimas de la
planificación del terror al servicio de la acumulación capitalista. Es imprescindible
para la paz exigir el desmonte efectivo
de la herramienta paramilitar del estado y gran capital, el cese de la
desaparición forzada, el cese del exterminio sindical -en Colombia son
asesinados el 60% de los sindicalistas asesinados en el mundo por
responsabilidad del estado colombiano como lo sentenció el Tribunal Sindical Mundial
[27]-, el cese de la política planificada de desplazamiento forzado, el cese de
los encarcelamientos políticos, la libertad para los presos políticos, el cese
de la tortura… Poner fin a la guerra sucia desatada desde el estado contra la
población es columna vertebral de la paz: para que por fin puedan construirse
-sin sufrir exterminio- las reivindicaciones por los necesarios cambios
estructurales que necesita Colombia.
- Simón Trinidad, simbólica
elección que pone de relieve la injerencia de EEUU
La
insurgencia de las FARC eligió para la mesa de diálogos a Simón Trinidad[28],
preso político colombiano en EEUU; su participación podría ser posible si el gobierno
de Santos la gestiona. Trinidad es un experto en el tema de la tierra, la
soberanía alimentaria, y la necesidad de una reforma agraria. Esta elección
evidencia que el tema de los presos políticos es medular, tanto desde el punto
de vista humanitario, como desde el punto de vista de las libertades políticas.
El caso de Simón Trinidad simboliza la persecución a la oposición política y además
la injerencia omnipresente de EEUU en los asuntos de Colombia. Antes de
ingresar a las FARC, Simón Trinidad –cuyo nombre de nacimiento es Ricardo
Palmera-, era un político liberal humanista que al momento de conformarse el
partido político Unión Patriótica (UP) se unió a él; pero el partido UP sufrió
exterminio por parte del estado colombiano, y Ricardo Palmera entró a la
clandestinidad antes que irse al exilio, para salvaguardar su vida y continuar
la lucha política por su pueblo. Fue capturado en Ecuador e ilegalmente
entregado a Colombia, y luego a EEUU, acatando una vergonzosa ley de
extradición de ciudadanos colombianos a EEUU. Al momento de su captura Trinidad
gestionaba un intercambio humanitario de presos. En EEUU sufrió varios juicios
políticos en los que intentaron condenarlo por narcotráfico, acusación que no
pudo ser probada. Finalmente la condena política -y descomunal- fue por ‘secuestro’ de los 3 contratistas de
empresas de seguridad de EEUU vinculadas a la CIA, mercenarios que las FARC
siempre consideraron presos de guerra, al ser parte de la injerencia bélica
estadounidense contra el pueblo colombiano. Trinidad está encerrado en
condiciones de tortura en EEUU.
La
injerencia estadounidense en Colombia es un factor determinante para la conformación
y permanencia del terrorismo de estado, y por ende, para la guerra. El estado
colombiano es el mayor receptor de ayuda militar estadounidense en el mundo,
tras Israel. El adiestramiento en terroríficas técnicas de ‘contrainsurgencia’ y la siniestra doctrina del ‘enemigo interno’ con la que son
aleccionadas las fuerzas militares colombianas, provienen de ‘formadores’ estadounidenses.
La estrategia paramilitar se encuentra contemplada en directivas
estadounidenses hacia Colombia[29].
- Presos
políticos: los presos de la Guerra Sucia
La liberación de los presos políticos
sería un gesto concreto hacia la paz. Los 9.500 presos políticos[30] son esos
seres cuyo silenciamiento es la otra cara de las grandes cifras de negocios que
logran las transnacionales en Colombia.
La
situación en las cárceles colombianas es dantesca: los presos sufren tortura,
padecen niveles de hacinamiento del 47% [31], viven en condiciones de
insalubridad extremas, sufren la violación a los subrogados penales, no son
clasificados en clara violación al DIH por parte del estado -siendo incluso situados
los presos políticos en patios paramilitares como método de tortura que pone en
peligro sus vidas-. Los presos sufren el alejamiento familiar como forma de
castigo; sufren extradición; e incluso los presos políticos sufren el chantaje
con las vidas de sus familiares si se niegan a fungir de falsos testigos contra
otros luchadores sociales en los juicios políticos que implementa el estado
colombiano contra periodistas, sindicalistas, líderes campesinos, etc. Miles de
personas están sindicadas y presas sin juicio, en lo que es calificado como ‘secuestro estatal’[32]. Son numerosos
los presos políticos muriendo por tortura de negación de asistencia médica,
algunos padecen enfermedades terminales y otros son heridos de guerra que son
abandonados a la gangrena[33]. Ante la dramática situación penitenciaria los
presos iniciaron en agosto 2012 una huelga nacional indefinida exigiendo la Mesa Nacional de Concertación Carcelaria
con la participación del Movimiento de
Presos [34]: claman contra la tortura, la extradición, los montajes
judiciales; exigen la clasificación de internos, la rebaja del 20% en penas, la
debida asistencia médica, el necesario des-hacinamiento que pasa por cuestionar
el uso del aparato judicial como arma de guerra del estado y no por la
construcción de más cárceles, etc. Van meses de protesta nacional carcelaria,
con varios presos en huelga de hambre cuyas vidas peligran, sin que el gobierno
haya dado la más mínima muestra de diálogo, limitándose a reprimir duramente
las protestas. Los presos continúan siendo empujados a la muerte: el preso
político Alexander Martínez falleció el 24 de agosto 2012 por negación de
asistencia médica[35], 2 días antes otro preso falleció también por negación de
asistencia[36]. En septiembre las víctimas de la negación de asistencia médica
fueron: Pedro Julio García el 3 de septiembre[37],
Estiven Agudelo el 17 [38], y el preso político Saúl Balcárcel
Albarracín fallecido el 18 de septiembre[39].
Se alerta sobre posible epidemia de tuberculosis en varias cárceles. Los presos hacen un llamado a la presión internacional: “que eviten más muertes y suspendan las prácticas de represión y torturas
colectivas e individuales a las que tienen sometidas a más de 132.000 presos de
forma sistemática (…) El
hacinamiento en algunos pabellones (…) supera el 400%, a nivel Nacional alcanza
el 47%. Acudimos ante sus
organismos internacionales porque en nuestro país el estado ha hecho oídos sordos,
cerrándonos las puertas para plantear las posibles soluciones a tan dramática
crisis humanitaria (…) diariamente registramos decenas de nuevos enfermos en
estado crítico, sin ser atendidos por médicos, ni recibir ningún medicamento. (…)en un año han muerto mas de 80 internos en
total abandono, la mayoría por inasistencia médica, lo más grave es que todo
queda en la absoluta impunidad(…) nuestros compañeros y compañeras día a día se
enferman y van muriendo lentamente como simples animales encerrados(…)”[40].
- Preguntas de cara a las conversaciones
de paz
Por la paz es un imperativo ético cuestionarse sobre las causas de la guerra. Teniendo que la raíz de la guerra es el despojo y el empobrecimiento correlativo para beneficio del gran capital, doblado de la represión descomunal a la reivindicación social y política; surgen entonces preguntas de fondo:
¿Se contempla realmente una paz integral y con honestidad se
podrán debatir de los necesarios cambios estructurales, o una vez más el
gobierno abortará los diálogos al momento de concretar dichos cambios?
¿Podrán echarse para atrás las concesiones a multinacionales
otorgadas por el gobierno, concesiones que están directamente vinculadas con el
despojo de tierras campesinas, raíz misma de la guerra?
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víctimas de la estrategia paramilitar |
¿Cabe esperar que se debata un cambio en el modelo depredador
del medio ambiente y de la población, al menos en cuestiones relativas al TLC,
soberanía alimentaria, semillas, reforma agraria, cese de las arremetidas de
despojo contra el campesinado que perpetra la herramienta paramilitar cuya
connivencia con el ejército está más que demostrada? ¿Cabe esperar una
verdadera reforma agraria o al contrario seguirá la planificación de masivos
desplazamientos forzados de poblaciones con la finalidad de acrecentar las macro-explotaciones
multinacionales?
¿Cabe esperar un efectivo desmonte de la estrategia paramilitar
o seguirá la farsa del rebautizo y
las falsas ‘desmovilizaciones’? ¿Cabe esperar justicia para los crímenes de
estado o al contrario seguirán las leyes de impunidad para las fuerzas militares
y paramilitares al servicio del gran capital?
¿Cabe esperar el
fin de los encarcelamientos políticos y la liberación de miles de presos
políticos, así como el cese de la desaparición forzada?¿O estamos acaso ante
otra astucia gubernamental para ganar tiempo, desmovilizar la lucha social, y
asestarle duros golpes a la oposición?
[3]
'Destrucción Masiva. Geopolítica del Hambre' , Ziegler, 2012 “El hambre no es una fatalidad, es un
asesinato" Ex relator especial de Naciones Unidas para el Derecho a la
Alimentación y actual miembro del comité Consultivo de DDHH: "el hambre
es pura violencia estructural". 10 multinacionales controlan el 85 por ciento del comercio
alimentario del mundo. http://no-mas-hambre.blogspot.com.es/2012/05/el-hambre-como-tragedia.html “Cada cinco segundos, un niño de menos de diez años muere de hambre.
57.000 personas mueren de hambre cada día (…) la agricultura mundial podría
alimentar normalmente con 2.200 calorías diarias 12.000 millones de personas.
Somos 7.000 millones(…) Un niño que muere de hambre es un niño asesinado. En
las barriadas periféricas, en Lima, Sao Paulo, Manila… donde viven 1.600
millones de personas en estado de extrema pobreza, las madres deben comprar con
muy poco dinero la alimentación. Debido a la especulación alimentaria que hizo
explotar los precios de los alimentos, el maíz aumentó un 63%, la tonelada de
arroz de Filipinas un 94%, y la tonelada de trigo ha duplicado su precio. La
consecuencia son los beneficios astronómicos de los hedge funds que han migrado
de los mercados financieros, tras las inmensas pérdidas de los años 2008 y
2009, a las bolsas de materias primas, especulando descaradamente y legalmente
con el maíz, el trigo, el aceite de palma.” http://www.lavanguardia.com/libros/20120527/54300351384/jean-ziegler-hambre-espana-generacion-debiles.html
[5] 8 millones de indigentes y 20 millones de pobres. El estudio
de MESEP, Pobreza y Desigualdad 2009, contabilizó ocho millones de colombianos
en la indigencia y 20 millones de pobres. En las zonas rurales, de cada 100
hogares 65 son considerados pobres y 33 viven en la indigencia.
[6] La nueva perla del
Gobierno Nacional: en Colombia aquel trabajador que gane $190.000 al mes, ya no
es pobre por arte de magia en la nueva medición de la pobreza. El Colectivo de
Economía de la Universidad Nacional, se propone recoger las voces de aquellos afectados
directamente por esta medida. Nuevo Umbral de Pobreza en Colombia: http://www.youtube.com/watch?v=b5dd5fzkJyM
Crece polémica por fórmula para medir la pobreza
en Colombia, septiembre 14 de 2011
‘Con la vieja metodología, el ingreso máximo para
ser considerado pobre era 281.384 pesos mensuales; para ser considerado
indigente, era de 120.588 pesos’, ahora, por arte de magia de la nueva medición los que
ganan menos de 281.384 ya no son considerados pobres, solo quien gana menos de 187.079 mensuales es hoy considerado pobre. ‘Con la nueva medición el gobierno reduce la cifras
oficiales: Los 16,4 millones de colombianos clasificados como pobres tuvieron
el año pasado (2011)un ingreso individual máximo mensual de 187.079 pesos,
cifra que se reduce a 83.581 pesos para los 5,4 millones considerados
indigentes. Las líneas de pobreza se redujeron en aproximadamente la tercera
parte con respecto a las arrojadas en el 2009 con la metodología previa.’ Las
nuevas cifras excluyen a millones de colombianos del registro, invisibilizan
sus carencias: ‘Señalan que el año pasado la pobreza cubrió al 37,2 por
ciento de los colombianos y la pobreza extrema, al 12,2 por ciento’, obviamente
cifras muy inferiores a las mediciones con la metodología anterior.
2012 Pobreza en Colombia: Cifras y realidades.
Cambiar la medición de la pobreza para eliminar la pobreza de las estadísticas,
mientras crece en la realidad. Otro 'Falso positivo' del Santismo para mostrar
buen gobierno mientras empobrece al país con la entrega de los recursos a las
multinacionales y continúa el exterminio sindical.¿Combatir la pobreza. o
esconderla? El cambio de metodologías para la medición de pobreza no soluciona
la realidad de los colombianos. http://www.youtube.com/watch?v=7SaExPWWEjA
[11] Santos y pago de recompensa por asesinato de Iván Ríos
[12]Perdón para las Víctimas no para los victimarios, indignación de
familiares de víctimas
Entrevista a Rafael Barrios, abogado de las víctimas del
holocausto del Palacio de Justicia
[14]El conejo de Juan Manuel Santos; Otra ley de impunidad para paramilitares y
sus financistas
Gobierno brinda impunidad para su herramienta
paramilitar: indulta más de 25.000 paramilitares con LEY 1424
Ley 1424: El Gobierno decreta una vergonzosa Ley de impunidad,
que favorece a más de 25.000 paramilitares
[16]‘falsos positivos’: son asesinatos de civiles perpetrados por
el ejército, cuyos cadáveres son presentados como “guerrilleros abatidos en
combate” en montajes militares. Estos asesinatos son denominados en la
jerga militar ‘falsos positivos’, porque los militares reportan como ‘positivo’
al cadáver del opositor insurgente. Se implementa la guerra sucia y sicológica
contra la población colombiana: a través de la exhibición incesante de
cadáveres en los medios masivos, en condiciones degradantes (en bolsas negras,
alineados en el piso al pie de las botas). La directiva 029 impulsa a los
militares a la presentación de los cadáveres a través de un mecanismo de
recompensa por cadáver. Degradando la humanidad del opositor, y con la
permanente exhibición de cadáveres se busca la ‘disuasión por el terror’:
hay al menos 3.345 casos documentados
de estos asesinatos de civiles a manos de militares; en la actualidad se siguen
produciendo estos crímenes de estado. Más de 3.000 civiles fueron asesinados por la Fuerza
Pública entre 2002 y 2008. Informe sobre los falsos positivos:
La guerra se mide en litros de sangre, FIDH y
Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, 31-05-2012 http://www.rebelion.org/docs/150547.pdf
“Entre 2002 y 2008, las ejecuciones extrajudiciales fueron
llevadas a cabo a gran escala en todo el territorio nacional siguiendo un
patrón específico de acción. Las víctimas fueron en su mayoría personas
campesinas (…) sacadas a la fuerza de sus casas por el Ejército, incluso
teniendo como testigo a los familiares. Siempre que se acercaron a las bases
militares a preguntar por la víctima, el Ejército se negó a entregar
información sobre su paradero. No obstante, el cuerpo de la persona solía
aparecer posteriormente reportado como guerrillero muerto en combate, sin
documentos de identidad y a menudo, en un municipio distinto.(…) La manera
coordinada en que actuaron las fuerzas militares en los casos de falsos
positivos, denota el carácter deliberado de los crímenes cometidos (…) De
acuerdo con los datos de la Mesa de Trabajo sobre Ejecuciones Extrajudiciales
del Observatorio de la CCEEU, se estima que entre 2002 y 2008, se cometieron 3.345 ejecuciones
extrajudiciales, siguiendo este patrón. Muchos de estos cuerpos continúan
enterrados como N.N. en diferentes cementerios del país, y en la práctica, se
encuentran desaparecidos para sus familiares.”
Sistema de recompensas. La directiva de la
discordia
[22] Ex-General Mora Rangel acusado del asesinato de Jaime Garzón
"En Colombia se cometen el 60% de los asesinatos de
sindicalistas que se presentan en todo el mundo, por una violencia histórica,
estructural, sistemática y selectiva que se convirtió en pauta de
comportamiento del Estado colombiano: un genocidio contra el movimiento
sindical colombiano.” Informe CUT,
2011: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=120921
Encuentro Nacional del Departamento De Derechos Humanos de
la CUT I Semestre de 2012:
Workers Uniting rechaza asesinatos a sindicalistas colombianos
[29] A raíz de la visita de
la Misión Yarbourough del ejército estadounidense (febrero/62) y de las
directrices secretas que dejó consignadas, el Estado colombiano adoptó una
estrategia contrainsurgente paramilitar, ya desde antes de que surgieran las
guerrillas (1964-65).Tal doctrina estratégica puede estudiarse en los Manuales
de Contrainsurgencia que
comienzan a formar parte de la Biblioteca del Ejército y por tanto de los
textos de estudio y entrenamiento militar desde 1962. Tomando como fuente 6
manuales (1962, 1963, 1969, 1979, 1982, 1987) se puede rastrear la concepción
que hay allí de la población civil y su papel en la guerra, se la define por
dos miradas: 1) debe ser vinculada a la guerra (paramilitarismo); 2) debe ser
el blanco principal de la guerra contrainsurgente (guerra contra los
movimientos sociales o posiciones inconformes con el statu quo).
Brig. Gen. William P. Yarborough,
"U.S. Special Warfare Center," in U.S. Department of the Army, Office
of the Chief of Information, Special Warfare U.S. Army: An Army Specialty
(Washington, D.C., 1963), p. 61. A Psychological Operations Course covering all
aspects of psychological warfare was also offered at Fort Bragg, in consonance
with the center’s Psychological Warfare origins. .Headquarters, U.S. Army
Special Warfare School, Subject: Visit to Colombia, South America, by a Team
from Special Warfare Center, Fort Bragg, North Carolina, 26 February 1962.
Kennedy Library, Box 319, National Security Files, Special Group; Fort Bragg
Team; Visit to Colombia; 3/62. Also Carroilton Press, Declassified Documents
Reference Series (1976:154D), and McClintock, The American Connection, vol. 1,
State Terror and Popular Resistance in El Salvador, pp. 23-24. 26. "Secret
Supplement, Colombian Survey Report."
[37] “Pedro
Julio García Mendoza tenía 76 años, una pena de 68 meses. Llevaba cuatro años
preso y desde inicios de su encierro manifestó que requería con urgencia una
intervención quirúrgica para extraer un tumor en la próstata (…)dicha
intervención quirúrgica nunca se efectuó. Padecía una prostatitis que por falta
de asistencia médica adecuada y oportuna le generó un cáncer” http://www.comitedesolidaridad.com/index.php?option=com_content&view=article&id=778:fcspp
1 comentario:
El idiotismo político siempre ha estado comandando las fuerzas de izquierda, llamadas de oposición y siempre han terminado exterminados por el Estado fascista: M-19, EPL, ELN, Union Patriótica, años atrás en los Llanos Orientales la guerrilla de Cendales etc,etc. Esta es una buena radiografía de la realidad colombiana sociopolitico-militar. Cada periodo presidencial siembra su administración con sangre de los oprimidos, y en los últimos gobiernos los ríos de sangre no han parado, Uribe ha sido un perfecto homólogo del expresidente genocida Efraim Ríos Montt de Guatemala. Todos estos mandatarios abiertos lacayos del imperialismo yankee. Evidentemente esta paz es la preparación al genocidio, quien crea lo contrario no tiene ni idea del abc del comunismo. La clase gobernante habla sin tapujos: ¨ aquí no se esta negociando los intereses del Estado de los ricos ni de su interventor EEUU ¨ . El pueblo explotado y oprimido sabe que paz no hay ni habrá mientras los dueños del poder no sean aplastado por una verdadera guerra popular.
Lenin decía las condiciones optimas para desarrollar la guerra popular, es cuando la clase gobernante ya no son capaz de gobernar y los gobernados ya no se dejan gobernar, exactamente pasa en Colombia, una guerra civil no declarada es lo que se ve a diario en todo el país, donde el gobierno impone su ley con metralla en mano y con su buen asesor EEUU. que gobierna con bombarderos y la biblia en mano. Entonces en Colombia existe unas condiciones excelentes para la guerra popular, la leña esta seca y solo basta una chispa para que se genere la llama de la guerra popular. Pero en Colombia no existe liderazgo, ni un partido comunista maoísta que oriente y organice ese mar de descontento. Así que la paz del revisionismo se acerca y su guerra a su fin, queda abierta el inicio de una verdadera guerra popular organizada y dirigida por un verdadero partido comunista MLM principalmente maoísta militarizado.
Gloria al todo poderoso MLM principalmente maoísta pensamiento Gonzalo!!!.
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